Cataratas en perros
Al igual que en los humanos, las cataratas en perros se caracterizan por una pérdida de transparencia en el cristalino. Que es la lente que ayuda a enfocar la luz. Como consecuencia a esta pérdida de transparencia, la visión se vuelve borrosa.
Se recomienda tratar las cataratas en perros lo antes posible. Ya que conforme pasa el tiempo aumenta la posibilidad de que el perro acabe ciego. Además, una operación en las primeras fases es más sencilla.
Síntomas de cataratas en los perros
- Color de la pupila. Que va adquiriendo un color azulado blanquecino. Es decir, la pupila deja de ser negra. Si notas que la pupila del perro tiene un aspecto lechoso, acude a tu veterinario Granada más cercano. Allí te informarán sobre las causas de la lesión ocular.
- Pérdida de visión. Ya sea de cerca o de lejos. Lo que provoca que el perro choque contra objetos que forman parte de su hogar. Aunque este síntoma es difícil de observar al principio. Porque los perros utilizan sus otros sentidos para moverse. Es decir, con el tacto de sus bigotes, su oído y olfato pueden desenvolverse muy bien.
- Pérdida de visión nocturna. Similar al caso anterior. Cuando los perros son muy mayores y comienzan a tener cataratas se vuelven más torpes de noche. Cuando la luz disponible es menor. Y el efecto de la opacidad del cristalino se acentúa.
Causas de las cataratas caninas
- Edad. Es la causa principal y ocurre por una degeneración progresiva del tejido del cristalino.
- Golpes, heridas e inflamación del ojo. Los traumatismos y abrasiones provocan un daño que se va acumulando.
- Diabetes. Con el cambio metabólico que provoca la diabetes, aumenta la probabilidad de sufrir cataratas caninas.
- Factor hereditario. Todas las causas anteriores provocan daños que se van acumulando. Y la enfermedad se manifiesta en perros de edad avanzada. Sin embargo, cuando las cataratas se presentan en perros jóvenes, la causa es genética.
Tratamiento
Tras el diagnóstico de la enfermedad en una clínica veterinaria Granada. Se realiza una operación en la que se sustituye el cristalino dañado por una lente intraocular. Para realizar esta cirugía se necesita anestesia general. Aunque no suele tener complicaciones hay que tener en cuenta que los perros mayores son más susceptibles a estas operaciones.
Así que si un perro mayor todavía no tiene cataratas lo mejor es prevenir su aparición. Una dieta equilibrada con aportes de vitaminas A, C y E reduce el riesgo de la aparición de cataratas en perros. El ejercicio y la vida sana previenen la diabetes, por lo que también sirve para controlar el riesgo.
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