Las mascotas y cambios estacionales

 

Al igual que las personas, a nuestros animales también les afectan los cambios estacionales. El verano se nos ha ido. Con la venida del otoño-invierno, bajan las temperaturas y disminuyen las horas de luz solar, los animales sufren cambios. Ante esto, debemos observarlos para comenzar la estación de forma idónea, ya que van a requerir de cuidados adicionales.

Nuestras mascotas ante el cambio estacional y todo lo que ello conlleva, los notaremos algo más nerviosos. Incluso pueden cambiar en un momento determinado hasta de forma de ser, ante un cambio de hábitos. Entre los cambios que más les afectan están:

La Luz. El cambio horario provoca una disminución de la luz solar, así como una caída también de las temperaturas. Esto les repercute principalmente en cambios hormonales, siendo los mamíferos a los que más les afecta.

Apatía a la hora de comer. Como consecuencia de los cambios hormonales, se ocasionan cambios metabólicos que les repercute a su vez el consumo de comida. Se vuelven más apáticas y con menos ganas de comer. La dieta durante esta época del año no ha de ser más abundante sino más calórica.

La temperatura, la humedad y las corrientes de aire. Al bajar las temperaturas, los animales han de consumir mayor energía que les permita mantener su temperatura corporal. Algunos animales cambian el pelaje de más fino en verano a más grueso y tupido en invierno. Los gatos a pesar de su pelo sufren mucho el frío. Debemos cepillarles a menudo el pelo ya que este es su principal arma contra el frío. En cualquier caso, debemos evitar que expongamos demasiado tiempo a los animales ante el frío.

Los perros acusan mucho más el frío en orejas, rabo y almohadillas plantares, estamos obligados a protegerlas.

En el caso de que haya humedad, para algunos animales es muy perjudicial. Se les pueden presentar problemas de dermatitis, articulares.

Otros animales son muy frágiles a las corrientes de aire. Reptiles, aves, roedores y gatos, han de necesitar  especial protección ante este fenómeno.

Disminución del ejercicio físico. Aunque como hemos visto, nuestras mascotas sientan apatía y les atraiga menos comer, suelen ganar peso. Esto es así, por la sencilla razón  de que al hacer frío y al haber menos luz, hacen menos ejercicio.

Animales como perros y gatos necesitan horarios fijos para pasear, comer, jugar o dormir. Una alteración importante en los mismos les puede originar problemas de irritabilidad, nerviosismo o desorientación. Para evitar esto, las Clínicas Veterinarias Alcazabas en Granada, proponen lo siguiente:

-Adaptar los horarios de comida a los cambios, es decir, adelantar o atrasar en 10-15 minutos la comida según el cambio.

-Igualmente adelantar o atrasar los paseos según el cambio horario.

Esto se realizará durante algunas semanas, en las que veremos que nuestros animales puedan estar algo desorientados. Transcurridas las mismas se habrán adaptado a los cambios estacionales.