¿Existe la epilepsia en Perros?.
Pues sí. La enfermedad neurológica más frecuente en los perros es la epilepsia. Al igual que los humanos los canes también pueden sufrir esta enfermedad. Si tiene alguna duda sobre la salud de su perro puede consultar con su veterinario Granada de confianza.
La epilepsia es una enfermedad neurológica que provoca convulsiones debido a que pequeñas descargas eléctricas en el cerebro. En algunos casos la epilepsia proviene por alguna alteración médica, tipo tumor cerebral, toxinas, problemas en algún órgano, etc. Cuando la epilepsia no esté relacionada con ninguna alteración médica se denomina epilepsia idiopática, porque el perro está sano.
La epilepsia es una enfermedad genética, los perros de razas grandes son los que normalmente la padecen. Aunque cada vez hay más casos en los de razas pequeñas y medianas.
Las convulsiones que provocan se denomina ataques epilépticos. Suelen aparecer cuando el perro es cachorro, a los seis meses de vida. suelen durar uno o dos minutos. Salvo que sean graves que pueden durar hasta media hora.
Principales síntomas de la epilepsia en perros:
Para ver cómo afecta un ataque epiléptico en un perro hay que observar el antes, durante y después del mismo.
–Antes del ataque epiléptico. Durante esta primera fase al perro lo notaremos nervioso, con pérdida de coordinación e incluso desorientado. Puede durar minutos, horas e incluso días. Otros síntomas son salivar el exceso o echar espuma blanca por la boca
–Durante el ataque epiléptico. Durante esta fase el perro no se mantendrá de pie, caerá al suelo y convulsionará. Puede hacerse caca o pipí encima, y seguir escupiendo espuma blanca por la boca. En muchas ocasiones pierden la consciencia.
–Tras el ataque epiléptico. En esta fase el perro está agotado, confundido, desorientado o asustado. Puede que se quede momentáneamente ciego o sordo, debido a las descargas cerebrales. Tras esta fase debemos de dejar descansar para que se vaya recuperando.
El veterinario Granada deberá tratar a nuestros canes de la epilepsia. Para ello deberemos contarle con pelos y señales como han sido los ataques. Cuanto más detallado seamos, más fácil será para el veterinario tratarlo de este mal, que no tiene cura, pero que medicado llevará una vida normal.